TORNEO NACIONAL DE ASCENSO. Resulta repetitivo y -a esta altura del año y la temporada-, hasta cansador decir lo mismo respecto de Sarmiento y su campaña en la presente 2015/16. Quizás, Los Pibes (ver temporada anterior) hayan dejado muy alta la varilla para éste plantel, porque equipo muy pocas veces lo fue. Lo cierto es que perdiendo 19 pelotas por partido -hubo pases realmente infantiles ante Barrio Parque- y encestando solo el 43% de los libres -¡7 de 16!-, es muy difícil que se gane. Y mucho menos, se juegue bien, que es lo mínimo que se pretende en éste torneo donde no hay presion de permanencia  y mucho menos (a la vista de los resultados), de ascenso. Asi las cosas, decir que el Decano volvio a perder como local, ahora por 83-65, pasa a ser casi anecdótico.

Tanto, como el buen comienzo, donde parecía que se veria otro Sarmiento, con un Williams (7) posteándose y yendo hacia el aro en una de las primeras jugadas. O con Serantes (13) y Acevedo (12) liderando ofensivas claras que incluso lo colocó -al Decano- fugazmente al frente. Pero fue solo una ilusión, ya que ni bien Parque -intenso desde casi el salto inicial hasta la chicharra final- se asentó (básicamente a partir de Lauría (19, 7 acá)), ya el dominio fue de la visita que s se llevó los primeros 10 por 18-15.

Ya en los segundos diez, volvió el karma (mayor, porque tiene varios) de Sarmiento en ésta temporada, los triples y a partir de ellos y un muy intenso Mariani (20, 12 aquí), la visita comenzó a alejarse en su primera escapada que solo se freno parcialmente por dos triples de Acosta (8). Nueva falsa ilusión, pues con intensidad y el ya citado Mariani imparable, Parque volvió a irse y así cerró el primer tiempo 41-29 arriba.

Tras el descanso largo, en la visita “apareció” Hartwell (15, 9 acá) y con el como lider, la visita se adueñó definitvamente del juego ante un Sarmiento que opuso poca resistencia. Tanto, que los primeros 14 a favor de los de la Docta, rozaron luego los 20 para finalmente cerrar en el 64-48 que marcaban el cierre del tercer cuarto.

Ya en el ultimo, alguna corajeada del pibe Ferreyra (7, 5 acá), abrió alguna mínima esperanza para el local. Pero fue solo éso ya que siguieron las perdidas, la poca eficacia en la linea y la falta de juego para Williams mientras en la visita, su intensidad no decaía y ahora con Tittarelli (14, 8 en éste parcial), como líder ofensivo, se encaminaba inexorablemente al 83-65 que marco con exactitud la diferencia entre uno y otro.