FEMENINO. La historia dirá que hace horas, San Fernando logró su primer título en el basquetbol metropolitano a través de su primera femenina que barrió la serie final del “Clausura” ante nada más y nada menos que Villa San Martín. Pero detrás de ése logro –importantísimo sin dudas y sobre el cual nos explayaremos en breve- hay más, mucho más. Hay una historia de sacrificios, renunciamientos, hidalguía deportiva, espíritu deportivo y altruista que es casi decir lo mismo. Y todo ello se trasluce a través de quien, justicieramente, fuera elegida como la jugadora Fair play de la gran final que animaron rojinegras y tricolores: Adriana Nuñez.
En diálogo con Súper Basquet, quien está identificada como la gran responsable que el basquetbol femenino no se detenga en épocas siempre muy difíciles para ellas, contó –con voz ronca aún- que “la verdad que fue un desahogo y agradezco a las chicas; por cuestiones internas yo me tuve que ir de Villa pero siempre el básquet femenino se trata más de amor propio. Lo hago por un gran amor al básquet femenino, pero por paz mental me fui y que no iba a jugar más y un montón de chicas me propusieron que siga, organizando y jugando y la gente de San Fernando nos abrió las puertas. Gente de gran corazón”.
“Pense que íbamos a hacer un Maxi nada mas pero se fueron sumando y así llegamos a éste equipo de primera” continuó Adriana.
“Y en las finales, exijo y me exijo un montón y si bien faltó mucho para demostrar todo lo que vinimos trabajando, tengo que agradecerles un montón por estar, por elegirme para llevar adelante el básquet femenino. Siempre tratando de buscar los mejores entrenadores, lo mejor para las chicas, estar siempre con ellas. Es difícil (el basquet femenino), las chicas tienen que pagar para jugar. Y volver de una Pandemia, iniciar todo de vuelta, hoy estar con una jugadora como Aldana Duarte sin pagarle un peso a ella que es jugadora de Liga, le agradezco un montón porque seguramente se irá, pero nosotros vamos a seguir trabajando. Porque desde el 2010 nosotros tenemos una historia con éste grupo; del cual hoy somos tres que seguimos jugando porque se va renovando pero sigue y me pone muy feliz porque lo hacemos todo con mucho amor propio” añade. “A nadie se le paga un peso y juntamos, las pelotas nos salen carísimas; el club nos ayuda en algo, nosotras conseguimos otras…” detalla. “Somos amateurs pero siempre tratamos de ser disciplinadas, respetuosas, trabajando seriamente” relata. “Parece que es una recompensa un trofeo de plástico pero es mucho mas. Así que muy feliz y emocionada” cierra la jugadora fair play y mucho mas.