PRIMERA. En otro intenso y muy charlado juego, Regatas Resistencia ratificó su hambre de gloria venciendo al Centro Deportivo Don Bosco por 88-86 y con ello quedó match point arriba en la definición del “Clausura 2024″. Marcos Gauna, con 28 puntos, fue el goleador del cotejo desarrollado en el estadio del perdedor ante otra buena afluencia de público. En el Remero -que no contó con Carlos Banegas, lesionado-, Tehant y Ruesta cerraron sus casilleros con 16 cada uno. Ahora la serie se traslada al estadio de Regatas donde el local tendrá al menos dos posibilidades de cerrarla a favor.

BENDITA ZONA

Haciendo uso de todos sus recursos, Regatas Resistencia volvió a asentarse gran parte del juego en una defensa zonal que Don Bosco nunca superar. Con ella y con mucha actitud -se “cansó” de ganar rebotes ofensivos, por ejemplo- el Remero fue un justo ganador mas allá de los reclamos del local -en gran parte justificados- hacia los jueces (Chávez, Vázquez y Zapata) que volvieron a estar en el centro de atención y no por “buenos” precisamente. Pero más allá de esta otra pobre labor de los árbitros, el que perdió el partido fue Don Bosco. Porque no valió de nada la aparición escalonada de sus figuras -Milovic (14, 9 en el primer cuarto); Gómez Brocal (18, 6 en el segundo); Gauna (28, 10 en el tercero) o Lugo (16, 10 en el ultimo)- ya que en el momento de la definición el que volvió a equivocarse menos fue Regatas. Al último cuarto ingresaron con el Remero ganando por la mínima. 68-67 luego que Tehant y Alexis García (10, 7 ahí), lideraran su ofensiva por entonces aunque antes el Salesiano llegara incluso a estar 7 u 8 puntos arriba en los primeros cuartos (14-6 y 34-27) alimentado por las bombas de Milovic que al término del primer tiempo ya sumaba 12 de sus 14 puntos. Y ya en los últimos diez, Lugo (16, 10 acá) dejó de tomar rebotes -cerró su planilla con 11- para empezar a engrosar el marcador de su equipo hasta llegar al 82 iguales. Esa paridad, en vez de alimentar al local que “la venía remando”, volvió a mostrar sus debilidades, con malas selecciones de tiros y pérdidas, que ayudaron a un par de corridas de Regatas -que hasta allí se había mantenido en control por la oportunísima aparición de Gómez (10, todos acá, 9 con triples)- para ir sentenciando el pleito. Porque allí apareció nuevamente el tedio de los libres que le dejó la ultima bola a Don Bosco -con el marcador 88-86 para el Remero- pero que volvió a fallar más allá que esta vez sí la tiró quien venía bien en ése rubro, el de los triples. En síntesis, otro intensísimo juego; otra (gran) victoria de Regatas y otro partido donde los jueces fueron “protagonistas” más allá que los jugadores -que protestan absolutamente todos los fallos, en algo inaudito y que desluce el espectáculo- tampoco ayudan en lo más mínimo.