ANIVERSARIO. Decir “32 años” por ahí no termina de graficar lo que significa alcanzar ése número para un medio como Super Basquet. Al solo hecho de ayudar a entender ésa cifra, van algunos puntos culminantes –para arriba y para abajo- que sucedieron a lo largo de ése “numerito”. Chaco se consagró campeón por primera vez en su historia en categoría mayores (1996) y lo repitió en el 2012. Ese mismo año, Chaco fue sede de una fiesta internacional como lo fue el Sudamericano que ganó Argentina con un chaqueño en sus filas: Franco Giorgetti. Y ya que se habla de chaqueños, qué decir del oro olímpico conseguido por Rubén Wolkowyski. Pero hay más, mucho más, claro. Como el ascenso de Unión Progresista a la Liga Nacional, único equipo chaqueño que logró tal cometido hasta aquí. O los tres subcampeonatos de Chaco en categorías formativas como lo fueron el Argentino de cadetes del 94, el de U22 del 96 o el de Juveniles del fatídico –para Súper Basquet- 2019. O los de los mayores, primero en Tucumán –en el que el DT Sergio Ruberto realizó uno de sus mejores trabajos en su prolífica carrera armando un equipo “de la nada” para acceder a la final- y luego en Río Negro; y más cerca en Entre Ríos, donde el DT Jorge Lobera –junto a José Podskoc- descubrió a un tal Taya Gallizi, entre otros. Y como ésos, tantos otros sucesos, deportivos y de los otros, como la Pandemia que nos atacó en el 2020 y aun no se va. Y Super Basquet siempre estuvo, acompañando al básquet DEL CHACO y sus embajadores. En la forma que sea: revista independiente; programa de radio; programa de TV-por cable y abierta-; productor de transmisiones de torneos como el mítico PRONEA. Incluso, siendo organizador de eventos precursores como los “Super Juegos-Encuentros de las Estrellas” o la edición de “Tanteador centenario” el primer libro sobre el basquetbol chaqueño. Ascensos, descensos de equipos provinciales estuvieron reflejados siempre en SB. Apariciones rutilantes de muchos jugadores que incluso traspasaron las fronteras no solo de la provincia sino del país. Se fueron también gente muy querida que hizo mucho por SB. Y se siguió, muchas veces con el alma partida, pero se siguió. Y hoy estamos acá, conmemorando, no festejando -aunque hoy sabemos más nunca el valor de cada minuto de vida-, los “primeros” 32 años de vida del “hogar de los simples, dobles y triples”. Nada más, nada menos. ¡Salud! Y ¡gracias!