PRIMERA. La final que protagonizaron en la fría noche del viernes Villa San Martín e Hindú Club con triunfo para el Tricolor -67/63-, bien puede ser catalogada como una de las más sufridas de las que ambos llevaron a delante. Es que para volver a “sumar de a dos”, los de la calle Saavedra debieron pasar por varias circunstancias adversas -propiciadas por la buena defensa del Verde- hasta encontrar, en tiempo suplementario, finalmente el camino a la victoria. Desde el vamos se vio a dos equipos muy tensos, seguramente con todo el peso de una nueva final entre dos clásicos rivales. Y en ése contexto, el que comenzó un poco mejor fue Hindú, que aprovechó que el local abusó del tiro exterior para tener una mínima ventaja. Pero la misma duró poco, entre otras cosas porque el Verde se quedó rápido sin su conductor natural, Ghidini (6), que debió retirarse por las dos faltas cometidas ya allí. Enfrente, Villa, a pesar que padeció en la línea de libres -anotó en ése parcial solo 5 de 11- construyó, paradójicamente, su primera ventaja. Mucho tuvo que ver en ello, también, el aporte positivo de Alvarez (6, 4 acá) que sumaba en todos los rubros. Así, el pobre primer cuarto se cerró con el local arriba por 15-13. Y si el primero fue pobre, que decir del segundo donde el local, maniatado por la defensa de Hindú -Maglier (5, todos acá) se llevó las palmas en ello- apenas convirtió 8 (¡!) puntos. Y mientras eso sucedía en el Tricolor, en Hindú crecía Lucas Coronel (11, 9 acá) para encaminar a su equipo a los 11 de ventaja con los cuales se fue al descanso largo: 34-23. El primero de los dos triples de Mauro Coronel (6), inauguró el marcador en el tercer tiempo y le dio la máxima de la noche a favor de Hindú. 37-23. Ello le tocó el orgullo a Villa que creció en intensidad y con Brocal (8, 5 aquí) como lider inicial, comenzó a descontar hasta cerrar el período solo 5 abajo: 43-38 ante un Verde que por entonces apostó a los triples sin eficacia. Y en el cuarto parcial, otro triple pero esta vez de Fernández Rivas (5), marcó un punto culminante poniendo al local nuevamente arriba, ahora por 45-43. De alli en mas, en el marco de acciones muy desprolijas, la paridad se estableció porque en el local Pérez lo sostenía ofensivamente mientras que en Hindú, Ghidini se posteaba para sumar 5 de sus 6 puntos y liderar el magro tanteador de su equipo en el parcial; un par de bombas, la ultima la del empate de De Jesus (16, 3 acá), contribuyeron al mismo también. Y en Villa cobraba protagonismo Páez (13, 6 acá) para asi sellar, con aquélla bomba desesperada del goleador verde el 58 iguales que forzó el suplementario. Y en él, el palo y palo se instaló definitivamente, sostenido en el local por sus dos “liga Argentina” mas el pibe Páez mientras en la visita los puntos llegaban a cuentagotas. Y el sello final fue de Páez quien, como alguien que jugo “mil” finales como ésta se levantó para clavar su segunda bomba y marcar el 67 63 con el cual Villa se llevó victoria y match point a favor.