IMPECABLE. Fue la presentación de Hindú Club en la segunda final en lo que hace a indumentaria. Los jugadores del Bólido verde lucieron unas hermosas camisetas que tuvieron el “adicional” de que los nombres en sus espaldas eran los correctos. Así, Mauro Coronel -por ejemplo- dejó de ser “Picton” y pasó a ser Coronel M. Y como él, todos los demás. En la vereda de enfrente, volvió a jugar “Borsatti y compañía”. Muy bien por uno, mal para malísimo para el otro.
APARICION. Juan Pablo Páez llegó al juego como el tercer base de Villa; al menos así fue su ingreso. Pero una vez en cancha, el “10″ la rompió toda, mostrando mucha personalidad. es más, fue el autor, a segundos del final del Suplementario, del triple que selló el 67-63. Con 20 años, el pibe jugó como si lo hubiera hecho en “mil” finales como ésta. A los que peinan más canas, hizo recordar de alguna manera a aquél Ricardo Siri que, siendo un juvenil, se debatía entre seguir con el rugby o el basquet hasta que le encomendaron marcar, en una final como ésta, al goleador del verde. Y fue, lo hizo tan bien que “apareció” allí en el radar de quienes aun no lo “registraban”. Lo demás, es historia conocida. Ojalá lo de Paez sea un indicio de que algo parecido pueda pasar.
PADECIMIENTO. Villa sufrió y mucho, cada vez que fue a la línea de libres en el primer cuarto. Tanto, que solo convirtió 5 de los 14 que intentó redondeando un pobrísimo 36%. El único que salvó la ropa en ése rubro en ése parcial fue su goleador, Martín Pérez, con 3 de 4.
MARCO. Nuevamente fue grato ver como, a pesar de la fría noche resistenciana, el público local es fiel a las buenas propuestas. Como el miércoles del inicio de la serie, el “Villa” se vio colmado de espectadores. Bien.
APLICACION. Nunca fuimos “fan” de la APP de la CAB que lleva los partidos. Pero lo sucedido ahora, colma cualquier “paciencia”. ¿ Que pasó-pasa? Aparece el logo de Villa con el nombre de Hindú (y su marcador, 63, al lado) y abajo, lo contrario: logo del Verde y nombre de Villa (67). SE INVOLUCIONO con ésta “contratación” y otras decisiones de la actual “dirigencia”.
PRESENCIAS. Como cada noche de buen basquetbol, entre los asistentes se ven caras conocidas. Desde jugadores actuales de otros clubes, hasta ex, e incluso alguno de la Liga Argentina como el capitán tricolor, Maximiliano Martín quien a la salida conversaba con un ex triplero de ley como Horacio Zacarías, de La Juve. Y en todo ese “mundo de gente” SB pudo volver a trabajar cómodamente gracias a la predisposición y gentileza de Villa San Martín. Gracias.
ARBITRA. Fatima Fernández se convirtió en la primera mujer en dirigir una final de primera división en el marco de la ABR éste año. Fatima ya dirigió estas instancias pero en categorías formativas pero al acompañar ahora a Diego Acuña y Sebastián Quiroga -que casi se manda una en el final del partido “administrando mal los tiempos”- se erigió en la primera dama en arbitrar una final mayor. Bien.