LIGA NACIONAL. Sustentado en un mejor juego colectivo donde sobresalieron Reese (foto) y Ramírez Barrios, Regatas Corrientes se impuso con claridad a San Martín por 83-69 para adueñarse así del clásico. El Fantasma, que no venía bien en la presente temporada de la LNB, mostró ante su público -que se dio cita en gran número en el “estadio de los sueños”- un criterioso juego  de conjunto que además contó con los ya mencionados quienes fueron los artífices en gran parte del triunfo ya que fueron los que rompieron el juego allá por el tercer cuarto. Hasta allí, ambos conjuntos correntinos habían protagonizado un tibio primer tiempo donde el local casi siempre mandó en el marcador y marcó el ritmo del juego. Con goleo repartido aunque ya allí liderado por Reese (29, 8 acá), Regatas se llevó e primer tiempo 22-21 luego de pasar por una máxima de 7: 17-10. Solo un par de bombas lograron acercar al Rojinegro. Ya en los segundos diez, la tónica del juego fue más o menos la misma porque el local se mostraba más sólido y de la mano de Thomas (17, 6 aquí) primero se mantuvo y luego se distanció aunque nuevamente por la aparición de Reese. Por entonces, el porcentaje de tiros de tres de Sanma volvió a bajar y así Regatas se llevó el primer tiempo 39-35 y solo porque Botta (16, 9 acá) mantuvo a la visita; sino la diferencia hubiera sido mayor. El quiebre del juego se dio tras el descanso largo cuando la dupla Reese-Ramírez Barrios (20, 9 acá y aportando en los dos tableros), lideró al local a su máxima: 57-38. Ello, porque se vivió el “Reese time” -sumando no solo puntos- y la visita mostró una bajísima efectividad, aun con tiros de alto porcentaje. Así, el 66-50 con el que se cerraron ésos primeros 30, eran justos. Y en el último, San Martín apeló a su amor propio, creció en intensidad y con Banegas (8, 7 acá) y Gargallo (10, 2 aquí), insinuó una levantada que lo puso “casi en partido”: 70-61. Pero volvió Aguirre (9, 5 en éste parcial) y el Fantasma recobró su fisonomía para empezar a sellar el triunfo más allá que por entonces la visita acertó cuatro bombas casi consecutivas que le valieron mantenerse con alguna expectativa. Pero esta no se concretó porque Regatas castigó cada una de las fallas de la visita y así pudo sellar el 83-69 para el doble festejo de volver a ganar y además en el clásico.