BALANCE. Sin recurrir a los archivos, al repasar el 2013, saltan hechos y protagonistas que fueron los puntos culminantes del basquetbol del Chaco en 2013. Y tras el análisis queda la sensación de casi siempre desde que existe Super Basquet: que volvió a sobrar “actitud” -ganas- de los protagonistas -en especial jugadores,padres y técnicos- pero sigue sin aparecer el “juego” que en éste caso representaría a la planificación para un mejor y mayor desarrollo del basquetbol chaqueño. En primer término, aparece en la memoria, el que hoy por hoy es el máximo exponente de la provincia a nivel individual y es Pablo Espinoza. El ex Obras, hoy en Macaé de Brasil, donde protagoniza la nueva liga brasileña fue, sin lugar a dudas, el referente de los chaqueños en el año que termina. Clasificación al mundial con Argentina; campeón del ascenso en Brasil; finalista del Argentino de mayores con Chaco son solo algunos de los muchos motivos por los que Espinoza es “el” destacado del basquet del Chaco este año.

Tras él, aparecen otros nombres importantes como el de Ruben Wolkowyski, el primer ex NBA y campeón olímpico que pisa terreno TNA (Torneo Nacional de Ascenso). Y si bien aún él y su equipo -Sarmiento-  están lejos de concretar lo que se espera -el acceso a la liga nacional-, su sola presencia marca territorio en el “balance”.

Luego, los hoy Liga “A” -Cequeira, Zago y demás-, siguen manteniendo al Chaco en la elite del deporte que está metido entre los mejores del mundo.

Pero no son los únicos, pues nombres como los de Favio Vieta, Francisco Barbotti -a nivel nacional- y Alejo Toledo – a nivel región- , por citar solo algunos, están prestos para reemplazarlos o sumarse a ellos.

En lo colectivo, Chaco se quedó sin Liga “A” -descendió Progresista- pero tiene tres TNA -Las Aguilas más Alvear de Villa Angela y Sarmiento de Resistencia- y, siempre y cuando cuenten con el apoyo  necesario, están en condiciones -con planteles donde hay gran cantidad de jugadores de la cantera chaqueña-, de mantenerse allí: en el segundo escalón del país. Con el agregado de que si sus finanzas están como corresponde, hasta pueden aspirar –como en el caso del Decano-, a algo más.

Un escalón abajo, aparece el TFB, con tres representantes: uno plenamente preparado para estar allí -UNCAus de Saenz Peña-, y dos que están para hacer “lo que se puede”: Villa San Martín -campeón de la ex C- y Regatas.

Los termales, con un plantel casi totalmente foráneo, son hoy por hoy la gran sensación del TFB a base de un invicto de 14 partidos. Ojalá puedan mantener ese rendimiento en lo que resta del torneo.

La “C”, ese torneo “satelite” que permite acceder a lo más profesional del TFB, volvió a tener preeminencia de chaqueños, tanto que la final la protagonizaron Villa y Comercio de Santa Sylvina, con triunfo de los resistencianos.

Por su parte el Provincial mostró dos caras bien definidas: mientras el titulo quedó en manos de Italiana con un plantel muy joven, el resto de los protagonistas apostaron o recurrieron a la veteranía de nombres que hace rato son protagonistas y que, a la luz de los resultados, siguen teniendo vigencia a falta del surgimiento de figuras con peso propio que los puedan reemplazar-desplazar.

A nivel de selecciones, sin dudas que fue un año sumamente fructífero sin solo se consideran los resultados: 7 clasificaciones a los argentinos sobre 9 posibles, con 3 podios, hablan de un balance positivo. Balance que tiene su hueco con la llamativa conformación del seleccionado de mayores, donde por primera vez Chaco presentó un equipo con gran cantidad de jugadores “no chaqueños”. Ellos, guiados por Jorge Lobera desde el banco y por Espinoza en cancha, hicieron que nuestra provincia alcanzara su tercer podio consecutivo.

Quizás, lo más genuino pase por los Regionales de los U19 (foto) y U17, amén del tercer puesto de los U15 en el Argentino jugado en nuestra provincia.

Y sin dudas que la U15 fue “la” categoría del año ya que en ella, Villa San Martín logró una histórica clasificación al Hexagonal final, algo que no lograba un equipo chaqueño-de cualquier categoría- hacía mucho tiempo.

Y si se habla de los tricolores, hay que hacer un párrafo aparte para Villa como club, ya que como tal se coronó campeón de campeones del cada vez más pobre Oficial de Resistencia. Pobre en lo organizativo, donde se siguen aplaudiendo entre los que no van a las canchas -con el desconocimiento de la realidad que ello implica-, mientras todo es un caos (se abren los torneos en el cuarto/quinto mes del año y luego los play off se juega al “mejor de lo que nos plazca” con tal de poder terminar antes de fin de año).

“Un” renglón para Regatas, que tras 13 años, pudo gritar campeón de un Oficial de primera derrotando al dos veces subcampeón en el año: Hindú (de este torneo y del Provincial).

La sonrisa regresa con el crecimiento edilicio de la disciplina donde el rescate de Regatas, la concreción del viejo sueño de Juventud y la espectacular inauguración del “Arena UNCAus”, son los puntos salientes más allá de que aun reste mucho por hacer para estar en el nivel adecuado.

El Sudoeste se mantiene vigente gracias a la nutrida participación de equipos de toda esa zona de la provincia, con divisiones formativas donde aún –a nivel selecciones- Resistencia sigue dominando pero con el suficiente poder económico en primera como para ser protagonistas en primera. Saenz Peña volvió a ruedo y es de esperar que se mantenga porque es impensable una Federación con solo “dos” asociaciones cuando las localidades rondan las 70.

Párrafo aparte para el basquetbol femenino que asentó sus bases en el Sudoeste, donde se realizó el Argentino que le dio a las U17 chaqueñas la medalla de bronce.

En síntesis, un año más de trabajo, sacrificio, esfuerzos y algunas recompensas con la satisfacción del deber cumplido para varios y la ineludible obligación de otros –sobre todo a nivel dirigencial (y no solo de los relacionados con el básquet sino también a nivel de organismos públicos/Estado- de analizar y cambiar para mejorar y seguir creciendo.